El anarquismo en Alemania se desarrolló siguiendo un proceso paralelo al desarrollo nacional del país. A mediados del siglo XIX, cuando Alemania no se había conformado como un Estado-nación, dominaba la tendencia individualista representada por Max Stirner.1 A partir de 1870 en el movimiento anarquista se comenzó a preponderar el colectivismo, para finalmente en el siglo xx se impuso el anarcosindicalismo, siendo su principal exponente teórico Rudolf Rocker.
Las primeras influencias filosóficas fueron las de Hegel y Proudhon, en la década de 1840. En esos años Stirner publicó su obra Der Einzige und sein Eigentum (El único y su propiedad), su principal obra y que daría origen a la corriente anarquista individualista denominada egoísmo. Las ideas de Stirner no tuvieron gran repercusión y se limitaron a los círculos intelectuales alemanes; su obra sería rescatada décadas después por John Henry Mackay.2
Su egoísmo es la iniciativa individual: su Verein el grupo libre que realiza un objetivo, pero que no se convierte en organización, en sociedad. Su método es eminentemente la desobediencia, la negativa individual y colectiva a la autoridad y una agrupación voluntaria según lo que la situación exija en cada instante. Es la vida libre en lugar de la vida controlada y ordenada por los usurpadores de la propiedad y de la autoridad.
Crearía almacenes donde se vendiesen materias primas y productos elaborados para facilitar su intercambio. En relación estrecha con él, se crearía una asociación de trabajadores para la producción cooperativa, y los beneficios del intercambio permitirían al Banco allegar fondos para la educación, la creación de hospitales y el cuidado de los ancianos e incapacitados. De ese modo, y sin intervención del Estado ni eliminación del productor individual, el Banco destruiría el monopolio capitalista y crearía una estructura económica que haría innecesarias las instituciones políticas.
George Woodcock; Anarchism
Otros teóricos alemanes fueron influenciados fuertemente por las ideas mutualistas de Proudhon. Karl Grün, que conoció a Proudhon en 1844, dio a conocer las ideas de Proudhon en su obra Die Soziale Bewegung in Frankereich und Belgien. Moses Hess, que conoció a Proudhon y a Bakunin en París también por esos años, describió a sus ideales como anarquía en Die Philosophie der Tat (1843) ySozialismus und Kommunismus.2 Las ideas de Hess estaban vagamente emparentadas con el anarquismo y se las consideraba bastante confusas:
Estaba muy próximo a Stirner al declarar que todas las acciones libres deben surgir de los impulsos individuales, no contaminados por ninguna influencia externa. En el proyecto de un sistema social en el que los hombres trabajarían según sus inclinaciones y la sociedad satisfaría automáticamente las necesidades razonables de todos, anticipaba, en cambio, las concepciones de Kropotkin. Pero introducía en su sueño libertario algunos elementos, como el sufragio universal y los talleres nacionales, que no propugnaría ningún auténtico anarquista.
George Woodcock; Anarchism
El anarquismo individualista de Stirner y el mutualismo de Proudhon no tuvieron una gran influencia en Alemania. La derrota revolucionaria de 1848 y 1849 acabó con su escasa popularidad.1 El movimiento obrero y socialista alemán en los años de la Primera Internacional, quedó casi en su totalidad identificado con las ideas del socialismo estatista de Marx y Engels, y el cooperativismo de Ferdinand Lassalle.
Entre 1880 y 1884 el movimiento obrero austro-húngaro tuvo un vigoroso componente anarquista. Allí Joseph Peukert publicó en Viena el periódico anarcocomunista Zukunft. Las autoridades austriacas prohibieron las manifestaciones en 1882, pero los anarquistas resistieron violentamente, matando a varios policías. En enero de 1884 las autoridades se declararon a Viena en estado de sitio, para acabar con los anarquistas y los socialistas. El dirigente anarquista Stellmacher, partidario de Most, fue ejecutado y los demás debieron huir del país, descabezando al movimiento, que pasó a tener una existencia marginal. En Praga surgieron algunos grupos de propaganda y un círculo literario libertario visitado ocasionalmente por Franz Kafka y Jaroslav Hasek.1
En Alemania, un impresor apellidado Reinsdorf, que pertenecía a un grupo anarquista, arrojó una bomba al Kaiser en 1883, pero aunque falló en el atentado, todos los miembros del grupo fueron ejecutados.
El siglo XX
La Freie Arbeiter-Union Deutschlands fue desarticulada en 1933 con el ascenso al poder del nazismo. Sus militantes se exiliaron en el extranjero o fueron internados en campos de concentración.1 El secretario de la FAUD, Gerhardt Wartenburg, tuvo que huir a Ámsterdam (Holanda) en mayo de 1933, mientras que otr dirigente, Ferdinand Gotze, en 1934 huyó de la Gestapo, y se dirigió al oeste deAlemania. En Ámsterdam se estableció una secretaría de FAUD en el exilio. El 5 de noviembre de 1937,Julius Nolden, líder de la FAUD en Renania, fue sentenciado en Berlín a diez años de prisión por «preparar un acto de alta traición con circunstancias agravantes». También fueron encarcelados 88 hombres y mujeres anarcosindicalistas, que fueron juzgados en Renania a principios de 1938. Después de este golpe la Gestapo desarticuló los grupos anacosindicalistas de Monchengladbach, Dulken,Viersen, Duisburg, Düsseldorf y Colonia. La mayoría de los militantes fueron asesinados; pero Julius Nolden fue llevado a la prisión de Luttringhausen, sobreviviendo hasta la llegada de los Aliados el 19 de abril de 1945. En 1947, en Darmstadt junto a otros camaradas fundó la Federación de Socialistas Libertarios (anarco-sindicalistas).3
La Freie Arbeiterinnen- und Arbeiter Union (FAU) es su continuación actual, y fue fundada en 1977. En 1980, apenas tres años después de su fundación, la FAU sufre una escisión. Algunos grupos la abandonan para crear la efímera FAU-Rätekommunisten o FAU-R (en catellano: FAU-comunistas consejistas). A raíz de un congreso nacional de la organización se decidió en 1983 para eliminar el «R» de su nombre para denominarse como «FAU». En 1990 se crea una FAU en la antigua RDA. La FAU del Este se unió a la FAU del Oeste en agosto de 1991.
Tiene miembros en casi todos los estados alemanes y grupos grandes en Berlín, Hamburgo, Fráncfort del Meno y Hanóver, en total casi 40 grupos locales. Es una organización anarcosindicalista, que tiene estatutos y principios federalistas y de autoorganización. Edita el periódico «Direkte Aktion«, que aparece cada dos meses con 16 páginas. La FAU es una sección local de la AIT.
Figuras destacadas
Anarquistas alemanes destacados
Historia del anarquismo en Alemania
El anarquismo surgió por primera vez en Alemania por influencia de Hegel y Proudhon; su desarrollo comenzó en los años 1840. Con las personalidades muy diversas de Max Stimer y Wilhelm Weitling. Stirner, como hemos visto, representaba el egoísmo ilimitado. Weitling se convirtió más tarde en un comunista muy influenciado por Fourier y Saint-Simon. Como los anarcocomunistas, rechazaba tanto el sistema de propiedad como el de los salarios, y en sus primeros escritos —por ejemplo, Garantien der Harmonie und Freiheit («Garantias de armonía y libertad», 1842)— trazaba el proyecto de una sociedad semejante en esencia al falansterio, en la que los deseos humanos liberados se armonizarían en la consecución del bien común. Aunque Weitling deseaba destruir el Estado tal como era en aquellos momentos, su visión de una sociedad comunista «armoniosa» contenía elementos de estricta organización utopista, que con el tiempo se vieron mitigados por la influencia de Proudhon.
Tras su traslado definitivo a los Estados Unidos en 1849, Weitling renunció a su comunismo y se vinculó aún más estrechamente al mutualismo proudhoniano. En Republik der Arbeiter («República del Trabajo»), revista mensual que publicó en Nueva York desde 1850 a 1854, criticaba las colonias utópicas experimentales, que eran todavía numerosas en los Estados Unidos, tachándolas de focos de diversión de las energías de los trabajadores, que en su opinión debían enfrentarse con el problema vital del crédito, creando un Banco de Intercambio. El Banco de Intercambio, nos dice en términos muy proudhonianos, «es el alma de todas las reformas, la base de todos los esfuerzos cooperativos». Crearía almacenes donde se vendiesen materias primas y productos elaborados para facilitar su intercambio. En relación estrecha con él, se crearía una asociación de trabajadores para la producción cooperativa, y los beneficios del intercambio permitirían al Banco allegar fondos para la educación, la creación de hospitales y el cuidado de los ancianos e incapacitados. De ese modo, y sin intervención del Estado ni eliminación del productor individual, el Banco destruiría el monopolio capitalista y crearía una estructura económica que haría innecesarias las instituciones políticas. Estas últimas ideas de Weitling ejercieron, sin duda, una influencia mucho mayor en el movimiento neoproudhoniano que se desarrolló en los Estados Unidos durante el siglo XIX que en Alemania.
Otros teóricos sociales alemanes sufrieron también la influencia del anarquismo proudhoniano durante los años cuarenta. Karl Grün, que fue probablemente el converso más ardiente, conoció a Proudhon en París en 1844, y su Die Soziale Bewegung in Frankreich und Belgien («El movimiento social en Francia y Bélgica») fue la primera obra que dio a conocer las ideas de Proudhon al público alemán. Grün era un hombre de letras polifacético que, como Proudhon, ocupó durante un corto y decepcionante período un puesto de parlamentario —en la Asamblea Nacional Prusiana, en 1849— y pasó gran parte de su vida en el exilio, hasta su muerte en Viena en 1887. Fue durante su primera época cuando se sintió más atraído por la filosofía mutualista. Llegó incluso a aventurarse más allá, ya que criticó a Proudhon por no atacar el sistema salarial y señaló que la creciente complejidad de la industria hacía imposible determinar la producción de cada trabajador con precisión y justicia. Por ello, el consumo y la producción debían depender igualmente de la voluntad del individuo. «No debemos tener ningún derecho contra el derecho del individualista.».
Moses Hess, otro socialista alemán, que conoció a Proudhon y a Bakunin en París durante los años cuarenta, llegó a denominar «anarquía» a su filosofía social expuesta en 1843 en Die Philosophie der Tat («La filosofía de la acción»). Hess era una figura solitaria y bastante truculenta que se destacó entre los socialistas del Rin como el rival más importante de Marx. Nunca se encontró tan cerca de Proudhon como llegó a estar Grün, y sus relaciones con Bakunin terminaron más tarde en una disputa encarnizada; pero coincidía con ambos en rechazar el Estado y en repudiar la religión organizada como una forma de servidumbre mental. No obstante, su doctrina era curiosamente confusa. Estaba muy próximo a Stirner al declarar que todas las acciones libres deben surgir de los impulsos individuales, no contaminados por ninguna influencia externa. En el proyecto de un sistema social en el que los hombres trabajarían según sus inclinaciones y la sociedad satisfaría automáticamente las necesidades razonables de todos, anticipaba, en cambio, las concepciones de Kropotkin. Pero introducía en su sueño libertario algunos elementos, como el sufragio universal y los talleres nacionales, que no propugnaría ningún auténtico anarquista.
Ni el anarquismo de Stirner ni el de Proudhon tuvieron una influencia duradera en Alemania. Stirner no tuvo seguidores alemanes hasta después de popularizarse las obras de Nietzsche, y el interés por las ideas de Proudhon desapareció en medio de la reacción general que siguió al fracaso de los movimientos revolucionarios de 1848 y 1849. Transcurrió toda una generación antes de que reapareciese cualquier tendencia anarquista perceptible. En los años iniciales de la Primera Internacional, ni Bakunin ni Proudhon tuvieron seguidores alemanes, y los delegados partidarios de Lasalle que asistieron a un congreso de la Internacional de Saint-Imier sólo coincidían con los anarquistas en su deseo de estimular los experimentos cooperativos.
Sin embargo, durante el último tercio del siglo comenzaron a surgir facciones anarquistas en el seno del Partido Socialdemócrata Alemán. En 1878, por ejemplo, el encuadernador Johann Most, que había sido anteriormente un vehemente miembro del Reichstag, se convirtió al anarquismo durante su exilio en Inglaterra. Junto con Wilheim Hasselman, otro converso anarquista, fue expulsado de la socialdemocracia en 1880, pero su periódico, Die Freiheit («La Libertad»), publicado primero en Londres en 1879 y después en Nueva York, siguió ejerciendo hasta finales de siglo cierta influencia sobre los socialistas más revolucionarios, tanto en Alemania como en el extranjero. En Berlín y en Hamburgo surgieron algunos pequeños grupos anarquistas influidos por él, aunque es dudoso que el número total de sus miembros en la década de 1880 superase en mucho los doscientos; el tipo especial de violencia predicado por Most correspondía más bien al grupo de conspiradores que al movimiento de masas. Uno de esos grupos, dirigidos por un impresor llamado Reinsdorf, decidió lanzar una bomba contra el Kaiser en 1883. No tuvo éxito, pero todos sus miembros fueron ejecutados. La influencia de Most se hizo sentir también en Austria, donde la poderosa facción radical del Partido Socialdemócrata era anarquista en todo salvo en el nombre. Las ideas libertarias penetraron también profundamente en los sindicatos de Austria, Bohemia y Hungría, y durante un breve período, de 1880 a 1884, el movimiento obrero austro-húngaro estuvo más impregnado de anarquismo que ningún otro movimiento europeo, salvo los de España e Italia. Aún mayor influencia que Most ejerció Joseph Peukert, que publicó en Viena un periódico de tendencia anarcocomunista llamado Zukunft («Futuro»). Cuando las autoridades austriacas comenzaron a prohibir los mítines y manifestaciones en 1882, los anarquistas y los radicales resistieron violentamente y numerosos policías resultaron muertos. Finalmente, en enero de 1884, las autoridades se sintieron tan inquietas por la difusión de la propaganda anarquista y por el aumento de los choques violentos entre la policía y los revolucionarios que declararon el estado de sitio en Viena y promulgaron decretos especiales contra los anarquistas y socialistas. Uno de los dirigentes anarquistas, Stellmacher, discípulo de Most, fue ejecutado, y los demás, incluido Peukert, huyeron del país. Desde aquel momento, el anarquismo dejó de ser un movimiento importante en el Imperio austríaco, aunque en años posteriores surgieron pequeños grupos de propaganda y un círculo literario libertario en Praga, que contó entre sus simpatizantes y visitantes ocasionales a Frank Kafka y a Jarolav Hasek, el autor de El buen soldado Schweik.
El anarquismo. Una historia de las ideas y movimientos libertarios (1962).
Bibliografía
- George Woodcock, Anarchism. Penguin Books Ltd, (1970) ISBN 0140206221
- Max Nettlau, La anarquía a través de los tiempos.
Enlaces externos
- Acción directa
- El anarquismo en Alemania. Biblioteca El Refractario.
- Syndikalismus Forum, sitio dedicado a la historia del anarcosindicalismo (en alemán)
- Siegbert Wolf: „Der erste Prozeß des Volksgerichtshofs gegen die Freie Arbeiter-Union Deutschlands (FAUD) im Sommer 1936“
- FAUD (A.-S.): „Freie Arbeiter Union Deutschland – Unser Weg (1932)“
- FAUD (A.-S.): „Organisationsstatut der FAUD (A.-S.)“
- Mapa de los grupos anarquistas de habla alemana (Alemania, Austria, Suiza y Estrasburgo)
Referencias
- a b c d e f George Woodcock, Anarchism. Penguin Books Ltd, Londres, 1970.
- :a b Max Nettlau; La anarquía a través de los tiempos
- Anarchists Against Hitler: The Underground FAUD in the Rhineland